an abstract photo of a curved building with a blue sky in the background

Soplo de Aire

Suena el aire.
Dicen que trae palabras de otros sitios.
Quien pueda frenar y escucharlo,
podrá traducir,
saborear lo que tiene,
para contar.

Título: Alejandra

De la Serie: Soplo de Aire

Técnica: Impresión Inkjet (tintas pigmentadas) sobre papel texturado, caja de acrílico

Tamaño: 50 cm x 35 cm

Año: entre 2017

Precio: USD 700

Título: Magui

De la Serie: Soplo de Aire

Técnica: Impresión Inkjet (tintas pigmentadas) sobre papel texturado, caja de acrílico

Tamaño: 50 cm x 35 cm

Año: entre 2017

Precio: USD 700

Título: Meri

De la Serie: Soplo de Aire

Técnica: Impresión Inkjet (tintas pigmentadas) sobre papel texturado, caja de acrílico

Tamaño: 50 cm x 35 cm

Año: entre 2017

Precio: USD 700

Título: Paisaje 20

De la Serie: Soplo de Aire

Técnica: Impresión Inkjet (tintas pigmentadas) sobre papel texturado, caja de acrílico

Tamaño: 80 cm x 140 cm

Año: entre 2017

Precio: USD 3.000

black blue and yellow textile

Cada cierto tiempo siento la necesidad de romper con estructuras. Es una pulsión cíclica que aparece en mi trabajo como un gesto vital: quebrar, desafiar lo establecido, abrir un espacio para lo inesperado. En esta serie, esa necesidad se dirigió hacia la fotografía misma, entendida ya no solo como imagen, sino como objeto material.

La fotografía, en su forma tradicional, es plana, bidimensional, contenida. Yo quise romperla, cortarla, recomponerla, sumarle piezas, fragmentarla para volver a construir algo nuevo. Una imagen que conserve su potencia visual, pero que a la vez gane profundidad y liviandad, como si estuviera suspendida en el aire. Una imagen que, aunque colgada, parezca a punto de desarmarse con el más mínimo movimiento. De ahí el nombre de la serie: Soplo de aire.

Trabajé con retratos y paisajes, imágenes atravesadas por una sensación de ensoñación, de suspensión. Esta serie surgió después de Caja de sueños, como una continuidad más física que narrativa. Aquí no hay cuerpos dormidos, pero sí una búsqueda de ese lugar mental donde habitan la paz, la fantasía, la calma. Un sitio que no existe del todo, pero que tampoco se abandona. Algo que se desea, que se recuerda, que se construye con retazos.

Esta serie también profundiza en mi interés por el soporte, por la materialidad y la relación entre la imagen y el espacio. Cada fragmento funciona como una pieza de un cuerpo mayor, ensamblado con la conciencia de que puede deshacerse. Esa fragilidad no es un problema: es parte de su lenguaje.